Por Claudio Valerio © Valerius.
El miedo es lo opuesto a la fe y no a la duda.
Cuando decimos que tenemos fe y no tenemos el valor de dar un paso adelante, en busca de nuestros sueños, nuestros ideales, el logro de nuestras metas, nos estamos mintiendo a nosotros mismos. Si creemos, ¡vayamos a la pelea! Si creemos, no esperamos que la victoria toque a nuestra puerta diciendo tú ganaste. Nosotros, contra todas las circunstancias contrarias, salimos con valentía en busca de lo que buscamos.
Confiar es esforzarnos aunque todos digan que nuestro esfuerzo es inútil. Es saber que nuestra ayuda vendrá de nosotros. Es dar gracias antes de ver la victoria. Cuando nuestra fe se coloca por delante de las cosas, luchamos con la certeza de que no hay posibilidad de fracaso. Y si llega el fracaso, entenderemos que fue solo una prueba para saber si nuestra fe es verdadera. Perseveraremos y en el primer rincón encontraremos nuevas ganas; y, sonriendo, diremos: No me rendo ni murmuraré. ¡Adelante! Vamos por el premio.
Incluso podemos cometer el error de dudar, por unos momentos, pero no podemos tener miedo de ganar. El valor nos garantizará el trofeo del gran logro.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), envío un Abrazo, y mi deseo que Dios te prosperes en todo y en ti haya derramamiento de Prosperidad, Paz, Amor y mucha Salud.