26 abril, 2025
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Columnas

SEMILLA DEL FUTURO

Uno de los temas importantes, seguirá siendo el comportamiento del hasta ahora el país más poderoso del mundo, Estados Unidos, sobre todo con una nueva administración.

Se ha percibido durante los últimos años que China ha tomado el liderazgo mundial dejando en una segunda posición a Estados Unidos, sobre todo debido a que la política exterior de Donald Trump mostro un estilo más nacionalista dejando a un lado el liderazgo internacional al que nos tenía acostumbrados. 

Por lo que al respecto es oportuno mencionar el artículo publicado el pasado 23 de noviembre de Iliana Olivié Investigadora principal del Real Instituto Elcano y en donde dice que “Según un estudio del Pew Research Center del pasado mes de octubre, la mayoría de los europeos ven ya a China como la potencia económica dominante, por delante de Estados Unidos”, no obstante “esta percepción contrasta con los resultados del Índice Elcano de Presencia Global, según los cuales la proyección económica exterior de Estados Unidos es muy superior a la de China, que sería el segundo país en presencia económica”.

Según este Índice, Estados Unidos es líder en presencia económica en tres de las cinco variables que definen esta forma de presencia: Primer inversor mundial en el exterior, primer exportador de bienes primarios y de servicios, sólo pierde este puesto en el ámbito de la energía (donde lo adelantan Rusia y Arabia Saudí) y en el de las manufacturas (en las que son líderes China y Alemania).

Olivié, considera que “Quizás sea esto último (entre otros factores, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos o el reciente repliegue económico de Estados Unidos, en términos más generales) lo que ha volcado de esta manera la percepción que, desde Europa, tienen de los dos gigantes económicos. Y es que, en las últimas dos décadas, mientras Estados Unidos ha perdido presencia económica en términos absolutos, China ha aumentado la suya a tasas vertiginosas. Si en 2000 la presencia económica de Estados Unidos era casi 14 veces la de China, hoy, solamente la duplica.

También nos menciona que “En el ámbito militar, se da una tendencia similar. Actualmente corresponda a Estados Unidos el 76% del gasto total en defensa de toda la OTAN. No obstante, entre el repliegue estratégico de Estados Unidos posterior al final de la Guerra Fría y la actualización de las capacidades militares chinas, la presencia militar estadounidense se ha reducido de 9 a 5 veces la china entre 2000 y 2019, aun cuando sigue siendo el líder, seguido por Rusia, después China, Japón y Francia.

Olivié concluye que  “En definitiva, Estados Unidos es hoy, indiscutiblemente, el primer actor global (medido por su volumen de presencia global), al igual que lo era hace 20 años. Si la globalización fuera una tarta (resultado de la suma del Índice de Presencia Global de los 130 países para los que se calcula), Estados Unidos ocuparía la porción más grande, con una cuota de 21,5%.

No obstante, la distancia con el siguiente actor global, China (2,5% de cuota en 2000, 8% en 2019), se acorta paulatinamente. Además de acumular altas tasas de crecimiento de su presencia global, China también se ha ido haciendo cada vez más visible en las estructuras formales e informales de gobernanza regional y global. Por otra parte, en los últimos años, y particularmente durante la Administración Trump, se ha producido un cierto repliegue de Estados Unidos en distintos planos de las relaciones internacionales. Parece lógico que, como resultado de todo lo anterior, las percepciones acerca de las potencias mundiales cambien, como indican los resultados del Pew Research Center.

La pregunta en este momento es  ¿Cómo se comportará Estados Unidos, como actor global, bajo la presidencia de Biden?

Por lo pronto el presidente electo en Estados Unidos ya ha anunciado que se revertirán algunas de las medidas aprobadas en la anterior legislatura como, por ejemplo, el cambio fiscal que favoreció la repatriación de beneficios empresariales (y por lo tanto la disminución de la inversión en el exterior). Además, el nuevo presidente ha sido muy explícito con respecto a las responsabilidades globales del país en el ámbito multilateral, incluyendo la agenda de lucha contra el cambio climático. Sin embargo, también en paralelo, Biden ha insistido en la necesidad de recuperar la economía estadounidense sobre la base de las capacidades productivas internas. Ya se han anunciado programas de compra e inversión locales que podrían tener un efecto, a medio plazo, en la presencia global del país.

Joe Biden afirma que “EEUU ha vuelto y está listo para liderar el mundo, no para retirarse de él”. Con una nueva Administración, se prepara para hacer frente a los adversarios y no para rechazar a los aliados.

Sin duda tiene enfrente grandes retos, independientemente de los internos, como la gran polarización social y los sistemas de salud, pero en el plano internacional la gestión de las pandemias, los efectos del cambio climático, la proliferación misilística y la regulación de las empresas tecnológicas, entre otros asuntos.

Para ello cuenta con un nuevo y diverso equipo de política exterior y de seguridad nacional que está a favor de las alianzas, que cree en el liderazgo de Estados Unidos principalmente en los asuntos de cambio climático y en el ámbito tecnológico y digital, y que cree en una política exterior basada en principios y valores.

Lo que nos lleva a pensar que será una administración y un equipo que traigan orden y más claridad estratégica, que afine las relaciones internacionales.

 

Gracias.

 

avalerdir@hotmail.com

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