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SEMILLA DEL FUTURO

Desde finales del siglo XIX la influencia y poder de Estados Unidos se ha incrementado y mantenido no solo en el mundo occidental, sino que a partir del término de la guerra fría, a finales de la década de los años ochenta del siglo pasado, su influencia y poder se extendió más allá de occidente.

Sin duda la influencia e intromisión estadounidense en asuntos internos de nuestro país la podemos encontrar muchos años atrás, y en muchos momentos de nuestra historia e incluso recordando la frase célebre atribuida a Porfirio Díaz “Pobre México Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Recientemente a partir de 1994 con la firma del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, o bien la intromisión de Donald Trump en aspectos como la migración, o la seguridad, que en este último aspecto la intromisión  viene de mucho tiempo más atrás, por todo esto es que el inicio de un nuevo gobierno en Estados Unidos es sumamente relevante para el mundo y sin duda para nuestro país en especial.

Veamos lo que inicio a partir del pasado miércoles 20, cuando el nuevo presidente estadounidense Joe Biden, afirmo que con la decisión que tomaron los estadounidenses el 3 de noviembre, “Estados Unidos ha vuelto y está listo para liderar el mundo, no para retirarse de él”. Y que con esta nueva Administración, Estados Unidos se prepara para hacer frente a los adversarios y no para rechazar a los aliados.

Joe Biden, independientemente de que tiene una larga trayectoria y experiencia de gobierno, en cuestiones de política exterior, seguridad e inteligencia, con sus lustros en el Senado y tras ocho años de vicepresidente de Barack Obama, se ha hecho acompañar de un gabinete y equipo de gobierno con diversidad y experiencia que para muchos crea confianza y esperanza en que encuentren soluciones adecuadas a los retos que enfrentan, como; la rivalidad entre las grandes potencias, que continuará en el medio y largo plazo, y que obligará a Estados Unidos a abordar el tema del control de armamento con Rusia, así como lidiar con una China en alza económica, tecnológica y estratégicamente. Por otro lado, deberá abordar los grandes asuntos globales: la gestión de las pandemias, los efectos del cambio climático, la proliferación misilística y la regulación de las empresas tecnológicas, entre otros asuntos.

Al respecto de estos retos, Andrés Ortega del Real Instituto Elcano nos hace ver que en estos cuatro años del gobierno de Trump la imagen y la fiabilidad de EEUU se han deteriorado en muchas regiones del mundo y entre sus aliados y socios, según las encuestas de Pew, y aún más en el último año debido a la mala gestión de la pandemia. En varios países están en lo más bajo de las últimas dos décadas.

Biden tiene una expectativa de recuperación de confianza internacional de su país, pero no automática ni gratuita. Como recuerda Anne Applebaum, Estados Unidos  “ya no es la democracia más admirada del mundo, es percibida más a menudo como un sistema único disfuncional, y con unos líderes notablemente peligrosos”.

Ortega aclara que, “No es que China haya ocupado el lugar de Estados Unidos, pues su imagen internacional ha sufrido mucho con la pandemia (e intentará recuperarla donando o vendiendo a bajo precio sus vacunas para el COVID-19 en los países en vías de desarrollo mientras Occidente hace, de momento, poco al respecto).

Varias estimaciones apuntan que para 2024, cuando termine este mandato de Biden, China se habrá convertido en la primera economía del mundo, seguida de Estados Unidos y de la India. Es ya una enorme potencia tecnológica, y la tecnología determina la geopolítica. Aunque sólo sea un dato que no refleja la innovación real, en 2019 China se convirtió en el líder mundial en solicitudes internacionales de patentes, cuando Estados Unidos había ocupado el primer lugar en cuatro décadas. En 2016,  había en el mundo unos 7.400 millones de personas, que ahora son más de 7.800 millones. La pobreza extrema había bajado, pero está volviendo a subir con la pandemia y sus efectos económicos. La desigualdad ha aumentado aún más. El planeta se ha seguido recalentando. Y la globalización está en retroceso en algunos aspectos, aunque no en otros, como el digital, incluidos los flujos de información (intercambios de datos), que aumentaron casi un 50% entre mediados de 2019 y mediados de 2020 con los confinamientos y el trabajo en remoto.

Como podemos observar los retos para confirmar el liderazgo estadounidense son muchos y complejos, pero además debe empezar desde casa, no olvidemos que Estados Unidos es un país que muestra una división social que sigue vigente, lo que resalto con la intervención de Amanda Gorman,  joven de 22 años que deslumbró a millones.

La escritora, que además es socióloga y activista, relató un poema que denominó como The hill we climb, traducido como “La montaña que subimos”, que toca temas como la administración de Donald Trump, la importancia de la Democracia en aquella nación, diversidad racial e incluso la última invasión que cientos de fanáticos nacionalistas realizaron al edificio del parlamento de Estados Unidos. Uno de los momentos más emotivos fue cuando llamó a la unión en el país: “Siempre hay luz, si somos lo suficientemente valientes para verla, si somos lo suficientemente valientes para encarnarla”.

 

Gracias.

 

avalerdir@hotmail.com

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