SEMILLA DEL FUTURO
Por: Armando Valerdi
“Así que aquí estamos: moradores de una era de alteraciones y discrepancias, algo así como
una época en la que todo (o casi todo) puede pasar, pero en la que nada (o casi nada) puede
emprenderse con un mínimo de certeza de que se llevara a cabo; una era de causas en busca
de efectos, y de efectos en busca de causas que muestran un grado de efectividad mínimo y en
constante descenso.”
Este pensamiento es de Zygmunt Bauman, está escrito en su libro póstumo Retrotopía,
publicado por Paidos en 2017, y en donde el describe su visión del mundo que percibe y en
donde podemos ver que mucho de lo que vemos hoy coincide en mucho con sus apreciaciones.
Con este pensamiento de Bauman podemos tener una idea de lo confuso y controvertido que
es el cambio que vivimos, con sus propias características, como son la velocidad, complejidad e
incertidumbre.
Bauman, acuñó el término de modernidad líquida a los tiempos actuales, basándose en los
conceptos de fluidez, cambio, flexibilidad, adaptación, entre otros. Afirma que lo “líquido” es
una metáfora regente de la época moderna, ya que esta sufren continuos e irrecuperables
cambios. Asimismo, lo líquido no se fija en el espacio ni se ata al tiempo, se desplaza con
facilidad, no es posible detenerlo fácilmente; y todas estas son a la vez características
fundamentales de las actuales rutinas diarias. Bauman causó cierta controversia dentro de la
sociología con su aseveración de que el comportamiento humano no puede explicarse
primariamente por la determinación social o discusión racional, sino más bien descansa en
algún impulso innato, presocial en los individuos.
Hoy esta controversia causada por Bauman acerca de que el comportamiento humano no
puede explicarse primariamente por la discusión racional, es compartida con estudiosos del
comportamiento de la mente humana en la toma de decisiones que en diferentes estudios
científicos han demostrado que cuando menos un 85% de las decisiones no son tomadas con la
mente racional, sino con la mente emocional.
Al plantear Bauman la modernidad líquida, se refiere al proceso por el cual el individuo tiene
que pasar para poder integrarse a una sociedad cada vez más global, pero sin identidad fija, y sí
maleable, voluble. La identidad se tiene que inventar, crear, se tiene que moldear máscaras de
supervivencia. Llega a esta conclusión a partir del análisis histórico de los grandes cambios que
ha experimentado la sociedad, en especial a partir de la
lucha de clases
, entre el
proletariado
y
los dueños de los
procesos de producción
, a finales del
siglo XIX
, el desintegramiento de las
vertiginosos que ha provocado la
globalización
y el
imperialismo
comercial de los
monopolios
en contubernio con los gobiernos
neoliberales
, el resurgimiento de la
alteridad
(
movimientos
indígenas
), el
feminismo
, la lucha arcaica en
medio oriente
, el crecimiento exponencial de la
población mundial, hasta llegar a la era de las
TIC
, donde más se observa la problemática de la
identidad en la modernidad líquida. Si antes, en el
siglo XVIII
, la sociedad se caracterizaba por
el sentido de pertenencia del individuo muy marcado entre los distintos estratos sociales,
ahora, con el auge de las
redes sociales
y las TIC, las identidades globales, volubles, permeables
y propiamente frágiles, oscilan según la tendencia que marca el
consumismo
. Sin embargo,
esta identidad escurridiza nos hace cada vez más dependientes del otro, y es ahí donde se
encuentra la esperanza de crear condiciones de crecimiento en términos de humanidad,
conciencia colectiva por el bien individual a partir del común, en copla con la naturaleza.
Podemos estar de acuerdo o no con este pensamiento de Bauman, pero no podemos dejar de
lado en cualquiera de los casos la importancia de su pensamiento, sobre todo en este
momento que hoy vivimos y que el comenzó a ver, vivir y experimentar en su visión de Europa
y el mundo global, que sin duda podemos ver que se refleja en todos los rincones del mundo,
incluyendo el nuestro.
Para concluir es importante tomar en cuenta otras de sus ideas, como que esta nueva época la
debemos considerar como una época de crisis instrumentales persistentes, porque considera
que además de la crisis por la separación y casi divorcio entre el poder y la política y con sus
propias palabras “ por el resquebrajamiento de las principales condiciones necesarias para la
acción efectiva, pues los poderes se emancipan hoy del control político al tiempo que la
política se ve acuciada por una interminable pérdida de poder”, además hay que tener en
cuenta otra crisis instrumental, la incapacidad y la indolencia de los políticos en el poder.
Como punto final me referiré a otro pensamiento de Bauman, “La agresividad humana
endémica, que se traduce una y otra vez en una propensión a la violencia, no parece haberse
atenuado ni, menos aún, apagado; está muy viva y siempre preparada para colear sin apenas
avisar (o hacerlo sin previo aviso).” Esto es lo que llama Bauman “De vuelta a Hobbes”.
Como podemos ver en la narración de Bauman existe polarización entre diferentes actores, por
un lado los que quieren que el mundo regrese a un pasado idealizado, que solo existe en la
mente emocional, y los que quieren una nueva oportunidad de un mundo mejor, que incluye el
fenómeno de la emigración que hoy podemos ver como parte de los síntomas del cambio y la
ruptura con la antigua civilización, por su forma y fondo. Sin duda la percepción de Bauman no
esta muy alejada de la realidad que vivimos, por lo que es importante recordarlo. Gracias