La Opinión Puebla Columnas “Estudios del futuro: teorías y metodologías: 1”.
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“Estudios del futuro: teorías y metodologías: 1”.

Dentro de las formas de como ver el tiempo, en especial el futuro, Sohail Inayatullah presentó sus ideas en el quinto libro anual publicado en 2014 por BBVA-OpenMind, Hay futuro, visiones para un mundo mejor. Las ideas que presenta Sohail sobre el futuro son interesantes e importantes de tomar en cuenta para nuestra prospectiva, lo que nos lleva a presentarlas en dos partes, hoy presentamos la primera.

Sohail menciona que los estudios del futuro consisten en el estudio sistemático de futuros posibles, probables y preferibles, incluidas las visiones del mundo y los mitos que subyacen a cada futuro. Durante los últimos cincuenta años aproximadamente, el estudio del futuro ha pasado de predecir el futuro para determinar futuros alternativos a configurar los futuros deseados, tanto a nivel colectivo y externo como a nivel individual e interno. A lo largo de este periodo, los estudios del futuro han pasado de centrarse en el mundo externo y objetivo a adoptar un enfoque estratificado en el que nuestra manera de ver el mundo configura el futuro que vemos. En este enfoque crítico de los estudios del futuro (el giro postestructural), el mundo externo se ve influido por el interno y, de manera crucial, el mundo interior de una persona se ve influido por la realidad exterior. Mientras que muchos recurren a los estudios del futuro para reducir riesgos y evitar los futuros negativos, sobre todo en el peor de los casos, otros tratan activamente de crear futuros deseados, con visiones positivas del futuro. Por tanto, la identificación de futuros alternativos es un baile fluido de estructura (los pesos de la historia) y de acción (la capacidad de influir en el mundo y crear los futuros deseados).

Para comprender el futuro o los futuros, se necesita un marco teórico coherente. Hay cuatro enfoques que resultan clave para la prospectiva. El primero es predictivo, basado en las ciencias sociales empíricas. El segundo es interpretativo, basado no en la previsión del futuro, sino en la comprensión de imágenes del futuro contradictorias entre sí. El tercero es crítico, derivado del pensamiento postestructural y centrado en averiguar quién se beneficia de la comprensión de determinados futuros y qué metodologías privilegian a ciertos tipos de estudios del futuro. Mientras que se evitan las pretensiones de verdad, no ocurre lo mismo con el precio de la epistemología: toda decisión derivada del conocimiento privilegia la realidad de diversas maneras. El cuarto enfoque consiste en el aprendizaje o investigación mediante la acción participativa. Este enfoque es mucho más democrático y se centra en los grupos de interés que desarrollan su propio futuro, basándose en sus supuestos del futuro (por ejemplo, si el futuro es lineal o cíclico) y los aspectos que les resulten críticos.

Aunque resulte útil disponer de una teoría del futuro, aún sigue siendo necesario establecer un marco conceptual que nos permita comprender el futuro. Entre los distintos enfoques disponibles, se encuentra el de los Seis Pilares. El primer pilar consiste en la “Planificación del futuro”, cuyo método principal es el triángulo de futuros. El segundo pilar es el de la “Anticipación del futuro”, cuya metodología central consiste en el análisis de problemáticas emergentes. El tercer pilar es la “Temporización del futuro”, con la micro, meso y macrohistoria como “metodologías” más útiles. El cuarto pilar es la “Profundización en el futuro”, que se fundamenta en el análisis causal estratificado, aunque dicho análisis sea también una teoría de los estudios del futuro. El quinto pilar consiste en la “Creación de alternativas”, empleando como metodología más importante la planificación de escenarios. El sexto y último eje, la “Transformación del futuro”, tiene como metodologías más importantes la visión de futuro y la retrospectiva.

De lo premoderno a lo moderno: Lo premoderno trata de entender el futuro centrándose en la astrología. Por lo general, la astrología tenía por finalidad ayudar a las personas a evitar circunstancias peligrosas proporcionándoles un sistema de alerta temprana. Sin embargo, era fundamental creer ciegamente en el sistema astrológico, por el carácter general de las alertas y pronósticos, así como de los análisis psicológicos. En este caso no se cuestionaba el futuro. En los actuales estudios del futuro, no solo se incorporan.puntos de vista escépticos y divergentes, sino que resultan imprescindibles para la solidez y la fuerza.

A diferencia de la astrología, en los estudios del futuro tienen cabida las alternativas. Aunque en los recientes estudios del futuro se cuestionen las visiones del futuro, así como las formas de conocimiento (los mitos y metáforas culturales más profundos) de los investigadores y participantes, los estudios futurológicos realizados por la generación anterior hicieron gran hincapié en la previsión, que acabó convirtiéndose en la técnica utilizada por excelencia por planificadores, economistas y especialistas de las ciencias sociales. El supuesto que subyace a la predicción es que el futuro se puede conocer de forma general, pero no de manera exacta. Al disponer de más información, sobre todo de datos más oportunos, los responsables de la toma de decisiones pueden mejorar la eficacia de sus elecciones. Disponer de más información resulta especialmente importante por la velocidad de los cambios tecnológicos, que ha aumentado de forma drástica. Sin embargo, la necesidad de información, tal y como ocurría anteriormente, se hace necesaria por el miedo al futuro, un sentimiento de impotencia frente a unas fuerzas que no logramos entender, que nos parecen más grandes que nosotros. Lo que asumimos inconscientemente es que si mejoramos la predicción el mundo, el futuro se podrá controlar de una manera más eficaz, aumentando de este modo los beneficios o la hegemonía. Gracias

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