Sábado, 16 de marzo de 2024
SEMILLA DEL FUTURO
Por: Armando Valerdi
avalerdir@hotmail.com
Una de las características que destaca en el mundo que hoy vivimos es sin duda, la
polarización, como característica no es la única época en la que se manifiesta, pero lo que sí la
distingue es su intensidad.
Al respecto de la polarización actual, Amin Maalouf en su libro “El naufragio de las
civilizaciones”, publicado por Alianza editorial en 2019, menciona, “No es por lo demás
necesario remontarse tan atrás en el pasado para entrever un rostro muy otro de la civilización
de mis padres. La abominación que prolifera ahora entre nosotros es más reciente de lo que
parece. Yo mismo he conocido una realidad muy diferente. Pero cuando se me ocurre
mencionarlo en la actualidad, noto que a mi alrededor surgen la irritación, la impaciencia y la
incredulidad”.
Moisés Naím en un artículo publicado en enero de 2019 mencionó, “La polarización de la
sociedad, y por ende de la política, es el factor común y el signo de estos tiempos. Esto no
quiere decir que la polarización antes no existía. Pero ahora las situaciones excepcionales de
parálisis y caos gubernamental que provoca se han vuelto la norma. Antes, los gobiernos
democráticos lograban llegar a acuerdos con sus oponentes o podían organizar coaliciones que les permitían
tomar decisiones, gobernar. Ahora los rivales políticos con frecuencia mutan en enemigos irreconciliables
que hacen imposibles los acuerdos”.
“¿A qué se debe esta tendencia a la fragmentación de las sociedades en pedazos que no se
toleran?” Se pueden identificar las causas principales, el aumento de la desigualdad
económica, la precariedad económica y la sensación de injusticia social, además de la
popularización de las redes sociales.
Con respecto a las redes sociales como Twitter, Instagram o Tik Tok sólo permiten mensajes
cortos. Tal brevedad privilegia el extremismo, ya que cuanto más corto sea el mensaje, más
radical debe ser para que circule mucho. En las redes sociales no hay espacio, ni tiempo ni
paciencia para los grises, la ambivalencia, los matices o la posibilidad de que visiones
encontradas hallen puntos en común. Todo es o muy blanco o muy negro. Y, naturalmente,
esto favorece a los sectarios y hace más difícil llegar a acuerdos, por lo que facilita e intensifica
la polarización.
Esta situación me lleva a recordar una parábola originaria de la India en la que menciona a
ciegos (u hombres en la oscuridad), identificando a un elefante. Esta parábola ha sido utilizada
para ilustrar la incapacidad del hombre para conocer la totalidad de la realidad y lo complicado
que resulta ponerse de acuerdo cuando el dialogo se rompe. Wikipedia nos dice que en
distintos momentos se ha usado para expresar la relatividad, la opacidad o la naturaleza
inexpresable de la verdad, el comportamiento de los expertos en campos donde hay un déficit
o falta de acceso a la información, la necesidad de comunicación, y el respeto por perspectivas
diferentes.
Es una parábola que ha penetrado diversas tradiciones religiosas y es parte del acervo jainista,
budista, sufi e hindú. El relato es muy conocido en Europa y América. En el siglo XIX el poeta
John Godfrey Saxe creó su propia versión con forma de poema. Desde entonces, el relato ha
sido publicado en numerosos libros para adultos y niños, recibiendo numerosas
interpretaciones.
Una versión jainista de la historia dice que se les pidió a seis ciegos que determinaran como era
un elefante palpando diferentes partes del cuerpo del animal. El hombre que tocó la pata dijo
que el elefante era como un pilar; el que tocó su cola dijo que el elefante era una cuerda; el
que tocó su trompa dijo que era como la rama de un árbol; el que tocó la oreja dijo que era
como un abanico; el que tocó su panza dijo que era como una pared; y el que tocó el colmillo
dijo que el elefante era como un tubo sólido. Un rey les explicó: Todos ustedes están en lo
cierto. La razón por la que cada uno de ustedes esté diciendo diferentes cosas es que cada uno
de ustedes tocó una parte diferente del elefante. Por lo tanto, el elefante tiene todas las
características que mencionaron. Esto resuelve el conflicto, y es usado para ilustrar el principio
de vivir en armonía con personas que tienen un sistema de creencias diferente, y que la verdad
puede ser dicha de diferentes maneras.
Al respecto de nuestro mundo de hoy, además de las opiniones ya mencionadas, veamos lo
que ahora nos recuerda Neil Howe. Que desde hace más de 20 años predijo que Estados
Unidos viviría una crisis que llegaría a su clímax en el año 2020 y que este es un periodo
peligroso en la historia. Su vaticinio no lo hizo mirando una bola de cristal sino sobre la base de
una controvertida teoría que este historiador, economista y demógrafo desarrolló en la década
de 1990 junto a su colega William Strauss.
Por eso me pregunto si esta metáfora del elefante puede ser aplicada en el momento actual, ya
que aun cuando en la historia de la humanidad han existido diferentes momentos en donde la
cerrazón ha producido conflictos importantes por la necedad de no ver o escuchar a los demás
y así se han perdido oportunidades de encontrar soluciones comunes que ayudasen a resolver
los conflictos en beneficio de la mayoría. Para el momento actual aún tenemos la esperanza de
que se llegue a encontrar la fórmula para unir ideas y esfuerzos para enfrentar los retos, sin
olvidarnos de que primero hay que iniciar por nosotros. Gracias