De acuerdo a lo que expresa Gandhi, primero tenemos que darnos cuenta que el reto de nuestro tiempo no solo radica en enfrentar el conjunto de cambios que estamos viviendo, sino saber cómo lo haremos y entender que lo que nuestra mente nos está mostrando no es en sí una realidad, sino una percepción creada, tomando en cuenta que el cambio real está en nosotros y no en el exterior. Albert Einstein dijo que “Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en el que se creó”.
Recordemos que el ser humano no es sus circunstancias, sino las posibilidades existentes, «La ley del karma» afirma, en esencia, que «todo lo que pensamos, decimos y hacemos tiene consecuencias». Esta es la razón por la que los sucesos que componen nuestra existencia no están regidos por la «casualidad», sino por la «causalidad». Según «la ley del karma», cada uno de nosotros «recibe lo que da». Esta visión de la realidad elimina toda posibilidad de caer en las garras del inútil y peligroso victimismo. Lo queramos o no ver, somos co-responsables y co-creadores de lo que sucede en nuestra existencia.
Verónica de Andrés y Florencia Andrés, mencionan en su libro “Desafiando Imposibles”, “El mundo de hoy está lleno de posibilidades y desafíos nuevos y sin embargo seguimos con las mismas viejas dudas acerca de nosotros mismos. Seguimos creyendo que hay muchas cosas que no podemos lograr, que simplemente son imposibles para nosotros mismos. Los desafíos siempre están presentes en las diferentes etapas de nuestra vida; por eso, aprender a superarlos es una necesidad universal”. Todo depende de nosotros.
Alejandra llamas, menciona en su libro “Conciencia”, “Yo por muchos años viví con los ojos pegados al plano físico, tratando de entender quién era en función del exterior. Con muchas inseguridades, angustia, y miedo que me llevaban a altas y bajas emocionales. Creí que era la manera “normal” de vivir. Ni siquiera lo cuestionaba porque veía que así vivía la mayoría de las personas a mí alrededor. La vida primero se vive en ti y para ti. Reconocer que no venimos a cambiar al mundo, sino a trascender nuestro propio estado de conciencia. Asimismo, a aprender que la vida requiere que vivamos en hermandad, y eso con cada uno de nosotros. El recurso común es criticar, juzgar o señalar las fallas de fuera. Este es el hábito de la mente dormida. Para vivir en consciencia, es necesario reconocer que los resultados creados en el mundo humano son producto de la inconsciencia o consciencia colectiva, aquella que construimos todos, como una mente unida”.
“Si tu mundo es estresante o injusto, es porque no has cuestionado los pensamientos que lo hacen parecer así. Conforme tu mente se vuelve más clara y suave, el mundo que percibes se vuelve más claro y suave. No es que construyas un mundo hermoso, sino que ves más allá de tus juicios y apegos, por lo que encuentras la magia de vivir. Hasta que cuestiones lo que crees saber, no sabrás la dimensión más profunda que vive en todo aquello que pretendes entender”.
Si Alejandra Llamas nos recomienda el desapego de los pilares de vida que nos atan a una vida no propia, Joe Dispenza nos dice “Deja de ser tú”, título de uno de sus libros y en donde menciona, “Ha llegado el momento de explorar un mundo que la ciencia está empezando a descubrir. Ha llegado el momento de explorar nuestra mente infinita. Las últimas investigaciones sobre el cerebro y el cuerpo, la mente y la conciencia—que constituyen un salto cuántico con relación a nuestros conocimientos de física—señalan mayores posibilidades sobre cómo alcanzar lo que de manera innata conocemos como nuestro autentico potencial. Por lo que recomienda tener claro que “El hábito clave que puedes suprimir, es el de ser tú. Para lo que debes ver más allá de lo que sabes. Para saber cómo hacerlo”.
Vale la pena recordar uno de los pasajes de la novela escrita por Alejandro Dumas, El conde de Montecristo y su personaje Edmundo Dantés, en donde el Maestro sij, le da sabios consejos a Dantes: “Cuan incapaz es el ser humano de asimilar todo el conocimiento de una vida en un instante.” “Una mente puede estar ansiosa de aprender, pero no preparada”. “Nada nuevo será asimilado si no va en proporción al abandono de sus juicios humanos”. “La gran lección fue reconocer que la conciencia no conoce fronteras, y la limitación o la libertad viven en la capacidad de desdoblar dentro de nosotros lo que desaprendemos para vivir en completa liberación interior independientemente de las circunstancias externas”.
El Maestro Rumi nos dice “Sigue caminando, aunque no hay ningún lugar al que llegar. No intentes ver a lo lejos. Eso no es para los seres humanos. Muévete hacia dentro, pero no te muevas impulsado por el miedo.
¿Qué es realmente vivir en paz? ¿En dónde radica nuestro poder? ¿Qué es real? ¿Cómo se vive una vida en un estado de conciencia fuera de la programación? ¿De qué somos capaces los seres humanos? ¿Tenemos superpoderes? Este conjunto de preguntas que menciona Alejandra Llamas es importante tomarlas en cuenta y tratar de responderlas con honestidad.
Sin duda que nunca acabamos de aprender, y ese es el reto, por lo que para terminar lo hare con lo que el Jefe Wambli de la tradición Dakota nos dice, “No hay nada que aprender si antes no hemos desaprendido, nada se puede llenar si antes no está vacío”. Gracias
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