Las reformas borbónicas (1765).
Por Angulo Torres Melchisedech.
Durante el siglo XVIII en España ascendió al poder la casa de los Borbones, las reformas borbónicas tratan de los cambios implementados especialmente por Carlos III; los cuales tenían como base los principios del movimiento conocido como Ilustración que se opusieron a lo que no tuviera como diosa a la razón y el conocimiento humano.
Se pretendió aplicar el conocimiento de las humanidades para impulsar el progreso social. Por lo tanto uno de los principales fines de este movimiento fue el impulso de modificaciones para la mejora de diferentes áreas gubernamentales, en cuanto a su eficacia y eficiencia. Se habla de materia económica, política y administrativa.
Lo cual implicó novedades en el sistema político de la nueva España donde figura el actor denominado monarca absoluto. Desde 1765 estas novedades se vieron reflejadas en materia fiscal, también en la producción de mercancías y por lo tanto en el mercado, en cuestiones militares, etc. Se procuró aumentar la recaudación de impuestos.
El beneficio era para la Corona, por medio de la reducción de la influencia en las elites locales y de ahí el objetivo consistió en un mayor control sobre el desarrollo económico de los territorios americanos. Estas reformas fueron una suerte de instrumentación para la intervención en los sistemas de recaudación fiscal y tributaria.
Además, esto implicó el inicio de un progresivo proceso en el que se vio erosionada la personalidad jurídica del indio en la nueva España, que como se sabe le otorgaba derechos políticos fundamentales, de los que gozaban los indios, de igual manera dicha personalidad les indicaba obligaciones específicas y así podían diferenciarse de los demás grupos sociales.
Las reformas borbónicas transformaron el modo en que ejerciendo sus derechos políticos, los indios contaban con un espacio para la negociación política en la función de su cabildo, dicho sea de paso que era elegido por los propios indios y de esta manera podían encargarse ellos de su cobro de los tributos, según los acuerdos particulares del pueblo.