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Políticas De Las Diferencias

Por: Angulo Torres Melchisedech

Naturaleza, sentido y organización de la paradoja

No nos libramos de las paradojas al decir que no existen. La problematización consiste en descubrir cómo el propio lenguaje puede funcionar. Las paradojas dan una verdadera imagen del pensamiento. El pensamiento pone en juego todas las potencias del sinsentido en el inconsciente, no es claro a sí mismo ni un acto simple.

Cuando las paradojas son consideradas como la pasión del pensamiento descubre el vacío mental, lo impensable, lo que es también inefable y lo que sólo puede ser hablado, lo que sólo puede ser pensado. La fuerza de las paradojas consiste en hacer asistir a la génesis de la contradicción. Principio de contradicción que se aplica a lo posible y a lo real.

La paradoja se opone al sentido común y al buen sentido. La dirección del buen sentido orienta la flecha del tiempo, del tiempo pasado al futuro, instaurándose respecto de una fase determinada del tiempo o presente en el sistema individual de que se trate. Su función es esencialmente la de proveer. Es distribuidor, pone la diferencia al principio.

La potencia de la paradoja consiste en mostrar que el sentido toma siempre dos direcciones a la vez. La paradoja como pasión redescubre que no se pueden segmentar los dos sentidos ni instaurar una única dirección para la seriedad del pensamiento. Lo propio del sentido es no tener dirección, no tener un “buen sentido”, sino siempre dos a la vez.

En el espacio del universo no hay arriba ni abajo, es imposible distinguir dos direcciones del tiempo, por ello la flecha que va de pasado a futuro sólo vale en sistemas o mundos individuales. Volvemos a encontrarnos en la oposición entre el presente que sólo existe y el pasado- futuro en una subdivisión infinita. No se puede asignar ningún presente en el universo.

Cada acontecimiento es todavía futuro y ya pasado. Como el buen sentido prevé, el sentido común reconoce, identifica; unifica. Fuera de ese sujeto no parece posible el lenguaje, que de manifiesta y expresa en él, que dice lo que hace. El buen sentido no podría asignar ningún principio e inversamente el sentido común quedaría vacío si no se superase.

Es necesario identificar la cualidad, a su vez atribuirla, medirla y detenerla. La paradoja es la inversión (sucesiva y simultánea) del buen sentido y el sentido común. Todo va en el sentido del futuro y del pasado en las paradojas. El efecto producido es siempre

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