Su permanencia significaba un serio riesgo para las aspiraciones de muchos de los integrantes de Morena a cargos de elección popular para el 2021.
Me refirió a Mario Bracamontes González que ya fue separado del cargo por parte del
Comité Ejecutivo Nacional (CEN) como delegado presidente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Puebla.
El lider morenista, había generado algunas divisiones al interior del partido del presiente López Obrador y era necesario desconocerlo, para dejar a Morena en Puebla en manos de alguien que convenga a los intereses del grupo en el poder.
Representa el primer paso para llevar a cabo los preparativos rumbos a la contienda electoral del próximo año pero que se debe alistar desde este 2020.
El Comité Directivo Estatal (CDE) de Morena tienen un documento del 5 de marzo, donde se menciona que Mario Bracamonte no puede seguir en el cargo por lo que las siguientes semanas se establecerán los lineamientos a seguir.
Ya será el propio CEN el encargado de elegir un nuevo presidente interino, mientras se concreta en un plazo de 4 meses, la designación del dirigente estatal.
Y mientras eso sucede en Morena, en el PRI continúa creciendo la lista de aspirantes a la dirigencia estatal.
Ya surge ahora el nombre de Jaime Alcántara Silva, con amplia trayectoria en el tricolor y en cargos públicos.
El delegado presidente del PRI Américo Zúñiga afirma que habrá “piso parejo” y no “dados cargos” en la renovación, aunque se menciona que “Alito” ya tiene su gallo bien puesto.
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