Olga Méndez Juárez, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), hizo un llamado a sus agremiados a no bajar la guardia ante la crisis sanitaria y evitar un rebrote del Covid-19.
Lo anterior, al sumarse al llamado que hace la CANIRAC a nivel nacional de mantener las medidas sanitarias para no regresar al confinamiento.
El llamado en conjunto es a la población, así como a pequeños, medianos y grandes empresarios a no bajar la guardia ante la crisis sanitaria, y evitar un rebrote que obligue a las autoridades a aplicar nuevamente medidas restrictivas.
La CANIRAC a nivel nacional hace un llamado a no bajar la guardia, un cierre de establecimientos sería catastrófico para miles de familias que dependen de este sector, afirmó Méndez Juárez.
Lo anterior al dar a conocer el comunicado de CANIRAC nacional, en el cual se señala que cualquier retroceso en las entidades del país sería catastrófico para miles de familias que dependen de la industria restaurantera. Hasta el momento se tiene el cálculo que 90 mil restaurantes han cerrado en México desde que inició la pandemia, y está cifra podría llegar a 122 mil restaurantes cerrados para el fin de año.
En el documento firmado por Francisco Fernández Alonso, presidente nacional de la Canirac, hizo un llamado a los restaurantes afiliados a la Cámara a no relajar las medidas sanitarias y se extremen precauciones.
“Por nuestra parte, también hemos llamado a todos nuestros agremiados para que no relajen las medidas preventivas y extrememos precauciones con la responsabilidad que hemos comprometido para que nuestras unidades contribuyan de manera decisiva con las medidas sanitarias”.
Se indicó que en los últimos días, las autoridades federales han informado que a nivel nacional sobre señales de un posible repunte de contagios de Covid-19. Ante este escenario Chihuahua regresó al semáforo rojo, aplicando medidas extremas.
“En el país, el 96% de los pocos más de 600 mil restaurantes que existen son microempresas, y si todo sigue como hasta ahora, a final de año, por lo menos, el 20% no volverá a abrir. Además, dependiendo de la entidad y del tipo, los restaurantes han perdido ventas de entre 85% y 55% comparado con el año anterior.
Antes que reabrieran sus puertas, el sector restaurantero aseguró que se preparó al personal para brindarles a los clientes seguridad por medio del protocolo Mesa Segura, que incluye los lineamientos que marcan las autoridades y las mejores prácticas nacionales e internacionales, para ello se destinaron recursos sin escatimar, aseguró.
Si bien, estos lineamientos implicaron una inversión que no se tenía prevista, la industria restaurantera nunca tuvo duda en destinar esos recursos, a fin de extremar precauciones para evitar que la pandemia siga propagándose.
Antes de la crisis sanitaria, en un año se compraban 100 mil millones de pesos de insumos a productores nacionales, 56% venían directamente del campo. Además, generaba 2.1 millones de empleos directos y 3.5 millones de empleos indirectos. Sin embargo, se estima que al final de la crisis se habrán perdido 300 mil empleos en todo el país.