Con el fin de conocer el impacto inicial que el COVID-19 tendrá para las instituciones de educación superior (IES) a nivel global, la Asociación Internacional de Universidades (IAU, por sus siglas en inglés) lanzó una encuesta, misma que será contrastada con levantamientos más completos en los meses subsecuentes.
Para ello, el cuestionario de la encuesta incluye una serie de preguntas ligadas a la movilidad académica, enseñanza-aprendizaje, investigación y vinculación. Abre buscando conocer el nivel de afectación en el volumen de población estudiantil que se espera para el otoño 2020 y para el siguiente año.
La medición prevé tres escenarios: si la disminución será sólo para estudiantes internacionales, o también para los regulares o si se reflejará en ambas categorías. Estas preguntas guía anuncian que la mirada global comienza a percibir que habrá una disminución en el número de alumnos inscritos en los próximos semestres.
Lo que la IAU busca es saber si la pandemia ha afectado a las instituciones socias de las universidades, y de qué manera: si las ha debilitado, obligándolas a concentrar sus recursos en sus propios proyectos; o si las ha fortalecido, mediante esfuerzos coordinados para responder conjuntamente a los problemas enfrentados; o si se ha creado nuevas oportunidades para la movilidad virtual, recursos compartidos, etc.
En cuanto a la enseñanza-aprendizaje, la encuesta sugiere que indudablemente ha habido una afectación. De hecho, aun cuando incluye un rubro de ‘no afectación’ (lo cual se antoja inverosímil), incluye tres aspectos: la enseñanza presencial ha sido reemplazada por modelos a distancia; muchas actividades han sido canceladas en tanto las IES desarrollan soluciones para continuar enseñando-aprendiendo vía digital o autogestiva; o abiertamente la enseñanza ha sido cancelada.
Obviamente, cualquier modalidad de enseñanza-aprendizaje está teniendo impacto en la movilidad estudiantil, que se expresa de inicio en las siguientes situaciones: los estudiantes visitantes se mantienen conectados a la universidad que los ha recibido, los estudiantes salientes están conectados a las universidades donde llegaron, los estudiantes internacionales han decidido interrumpir sus programas de estudio, el intercambio estudiantil con algunos países ha sido cancelado.
El estudio quiere saber si las IES han elaborado planes de contingencia para sí, o si las instituciones pares con las que operan programas en el extranjero también lo han hecho o si han realizado algo conjuntamente. Un punto a considerar es que se parte de que el COVID-19 ha estimulado alternativas a la movilidad estudiantil física, y esta es una vertiente que sin duda será tomada en cuenta por los próximos años como la más viable.
La IAU también pretende identificar soluciones a los exámenes: ¿serán conforme lo planeado originalmente?, ¿habrá nuevas medidas?, ¿serán pospuestos o en parte sí serán aplicados así sea a través de plataformas/herramientas o definitivamente serán cancelados? ¿Se ha discutido este tema en las universidades?