Hoy Puebla, como gran parte del país, tendrá una parálisis parcial, producto de la ausencia de mujeres.
En planteles educativos, por ejemplo, en su mayoría se suspenden las actividades escolares pues de la plantilla magisterial, más del cincuenta por ciento son maestras y han notificado a la Secretaría de Educación Pública que se suman al “paro” o movimiento “Un Día sin Nosotras”.
En dependencias federales, estatales y municipales se ha dejado a criterio de las propias trabajadoras, aunque claro, existe temor a represalias contra el llamado personal de confianza o por honorarios no así el sindicalizado.
Instituciones bancarias y empresas como AUDI han dado el día libre a las mujeres en esta convocatoria de “El Nueve Nadie se Mueve”.
Lo que ocurrirá hoy demuestra que Es, sin lugar a dudas, el tiempo del sector femenino, el mismo que ayer se organizó para salir a las calles.
Empero la marcha contra la violencia y la dignidad de las mujeres pudo haber hecho historia como ocurrió con el movimiento estudiantil el pasado 5 de marzo; sin embargo los actos vandálicos, la violencia y las agresiones echó a perder la oportunidad.
Los destrozos causados en paraderos de RUTA, lo mismo que pintas y desmanes en la Fiscalía General del Estado o en inmuebles religiosos, dieron al traste con la una legítima exigencia, la de frenar el ataque a este sector y los feminicidios que han ido en aumento.
Nada justifica pues, que quienes pretenden frenar la violencia recurran a la misma para ser escuchadas, no hace falta.
Los jóvenes estudiantes, claro hablamos de los universitarios, dieron ejemplo de que las exigencias a las autoridades pueden hacerse de manera pacífica y sin recurrir al vandalismo.
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