Jueves, 22 de diciembre de 2022
Dominick Martínez es uno de los jugadores de más experiencia en los Halcones
de la Universidad Interamericana. Él, habitual titular en la quinteta que lidera el
coach Manuel Ordaz, se encuentra en la recta final de su etapa como estudiante–
deportista y no quiere despedirse sin antes regresar a los Ocho Grandes y lograr
el Campeonato Nacional en la Liga ABE.
Para pensar en grande se tiene que trabajar en grande y, con base en esta idea,
Dominick Martínez, al igual que todos los Halcones, labora cada día enfocado en
cada paso que se tiene que dar antes de buscar el título nacional.
“Estoy motivado, tal y como sucede con todos los integrantes del equipo. Tenemos
una plantilla muy buena, con mucho talento y experiencia. Algunos estamos en
nuestro último año y ese conocimiento que tenemos de lo que cada uno puede
hacer en la cancha es lo que nos da una gran sinergia”.
Media temporada ha quedado atrás y una vez que se terminó el semestre, a pesar
de lo cerrada que está la carrera en el ranking nacional de la División 1, los
Halcones de la Inter se encuentran en el quinto lugar general, a pocos juegos de
distancia del líder del certamen.
Ya enfocado en los primeros juegos de 2023, esto comentó Dominick Martínez:
“Vamos a cerrar muy bien la temporada con nuestro estilo de juego. Nos veo en
los Ocho Grandes y vamos a sacarnos la espina de hace un año porque todos
queremos hacer un mejor papel. Antes de irme quiero que seamos campeones”.
Parte fundamental de este convencimiento a lograr la cima del basquetbol
universitario tiene sus cimientos en la unión que existe al interior de los Halcones
de la Inter.
“Lo que nos hace diferentes como equipo es el compañerismo que tenemos
porque incluso nos reunimos cuando estamos de vacaciones y puedo decir que
antes de ser un equipo somos una familia. A veces en la cancha hay momentos de
mucha tensión y estrés, pero siempre buscamos lo mejor para el grupo porque
más que compañeros somos como hermanos”.
El jugador de los Halcones agregó: “Parte de este éxito también radica en mi
familia porque gracias a ellos estoy aquí. Llevo diez años viviendo en Puebla y en
este proceso no estaría en el lugar que estoy si no fuera por el apoyo, sabiduría y
consejos que mis papás me dan a pesar de que no viven en la misma ciudad”.