1 octubre, 2025
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Columnas

SEMILLA DEL FUTURO

Admisión BUAP 2025

“Todos tenemos lecciones que aprender en un periodo llamado; Vida”. Elizabeth Kübler Ross.

 

Sin duda los pensamientos y palabras de Elizabeth Kübler Ross siempre han sido importantes de considerar para el aprendizaje que la vida nos da a lo largo de nuestro camino, más aun en momentos como el actual.

La vida es un camino lleno de lecciones y aprendizaje, que además “nos ofrece pistas que nos recuerdan la dirección que debemos seguir, por lo que hay estar atentos para reconocer y entender esos mensajes que nos llevan a encontrar las oportunidades de una vida mejor. 

Elizabeth Kübler nos dice que “La mayoría de nosotros nos enfrentamos a varias lecciones, la lección del miedo, de la culpabilidad, del enfado, del perdón, de la rendición, del tiempo, de la paciencia, del amor, de las relaciones, del juego, de la perdida, del poder, de la autenticidad y de la felicidad”.

Además no se nos debe olvidar que venimos a este mundo para aprender nuestras propias lecciones. Nadie puede decirnos cuales son, y descubrirlas forma parte de nuestro viaje personal, y eso es lo que debemos revisar en nuestro interior después de esta gran lección de vida.

Las lecciones de la vida suponen trabajar nuestros aspectos y despojarnos de la negatividad para encontrar lo mejor que hay en nosotros y en los demás. Las lecciones de vida son las pruebas de la vida y lo que nos convierte en lo que somos.

La mayoría de las veces aprendemos y tratamos de aplicar las lecciones de vida cuando ya es demasiado tarde, por lo que debemos tener presente que  “Aprender las lecciones de la vida no consiste hacer que nuestra vida sea perfecta, sino ver la vida como es”, y buscar ser feliz.

Elisabeth Kübler Ross fue una psiquiatra y escritora suizo-estadounidense, una de las mayores expertas mundiales en el tema de la muerte, trato a muchas personas moribundas y les proporciono  cuidados paliativos.

Sin duda, este entorno desconocido e inesperado que se nos está presentando ha venido acompañado de temor, dolor, y angustia, además en muchas ocasiones no sabemos cómo responder al conjunto de hechos y circunstancias, y eso nos supera,  adueñándose de nuestra perspectiva de futuro.

Por todo esto debemos responder la pregunta que muchos nos hacemos en este momento; ¿Qué hemos aprendido o estamos aprendiendo de esta experiencia?

Al respecto es importante ver lo que personas que tuvieron retos similares nos pueden aportar, como es el caso del Dr. Viktor Frankl, psiquiatra y escritor.

A un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino. Viktor Frankl

El Dr. Frankl escribió un famoso libro que se conoce como “El hombre en busca del Sentido”, en donde nos dice que “Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros.

Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente.  Nuestra contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de meditación, sino de una conducta y una actuación rectas.

En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo. Dichas tareas y, consecuentemente, el significado de la vida, difieren de un hombre a otro, de un momento a otro, de modo que resulta completamente imposible definir el significado de la vida en términos generales.

Nunca se podrá dar respuesta a las preguntas relativas al sentido de la vida con argumentos especiosos. Vida no significa algo vago, sino algo muy real y concreto, que configura el destino de cada hombre, distinto y único en cada caso. Ningún hombre ni ningún destino pueden compararse a otro hombre o a otro destino. Ninguna situación se repite y cada una exige una respuesta distinta; unas veces la situación en que un hombre se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo de acción; otras, puede resultar más ventajoso aprovecharla para meditar y sacar las consecuencias pertinentes.

Viktor Frankl, vivió como “prisionero durante mucho tiempo, en los bestiales campos de concentración nazis, él mismo sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda. Sus padres, su hermano, incluso su esposa, murieron en los campos de concentración o fueron enviados a las cámaras de gas, de tal suerte que, salvo una hermana, todos perecieron.

¿Cómo pudo él —que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio, cómo pudo aceptar que la vida fuera digna de vivirla ?

El psiquiatra que personalmente ha tenido que enfrentarse a tales rigores merece que se le escuche, pues nadie como él para juzgar nuestra condición humana sabia y compasivamente. Las palabras del Dr. Frankl tienen un tono profundamente honesto, pues se basan en experiencias demasiado hondas para ser falsas”. Gordon W. Allport.

Para cerrar la reflexión de hoy, un pensamiento de Elisabeth Kübler Ross “La tragedia no es que la vida sea corta, sino que a menudo comprendemos demasiado tarde lo que realmente es importante”.

 

Gracias.

 

avalerdir@hotmail.com

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